El chef Lucas Olcese es un verdadero pilar de la expansión de la gastronomía de Mendoza gracias a los reconocimientos internacionales que ha conseguido. Está a cargo de Fogón, el restaurante de Bodega Lagarde, y en Cavas Rosell Boher, donde ofrece un menú maridados exclusivamente por espumantes. También con su equipo dirige el restaurante de Martino Wines. Nacido en Ciudad de Buenos Aires, pero radicado desde hace varios años en Mendoza, en 2019 logró el oro como el mejor restaurante de bodega del mundo dentro de la Great Wine Capitals.
En diálogo con Matices del Vino el reconocido chef analiza las diferencias entre un restaurante convencional y otro en bodega, su experiencia a la hora de armar una propuesta necesariamente enfocada en los vinos, la identidad del lugar, los productos como elementos diferenciales y el hecho de cocinar desde Mendoza para el mundo.
-¿Como destino enogastronómico del mundo, cuán lejos o cerca estamos de los mejores o más reconocidos lugares?
-Es un tema de debate, pero yo creo que nosotros no tenemos que modernizarnos o hacer un producto híper sofisticado. Mucha gente viene a visitarnos y tratan de entender qué es ese horno de barro o qué ponemos nosotros en esa parrilla de hierro donde abajo hay brasas. Y lo tocamos y no sale de una máquina que es digital. Hay muchas cosas que somos nosotros y cuentan lo que somos y me parece que ajustándolo, puliendo, trabajándolo y siendo exigentes en lo que queremos ofrecer, pero siendo nosotros, tenemos grandes productos para ofrecer. Nosotros tenemos que contar lo que somos. Porque me ha pasado de ofrecer un menú de hasta 15 pasos y el éxito fue la empanada que se comieron con la mano al pie del horno de barro.
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